tejas

La teja es una pieza con la que se forman cubiertas en los edificios, para recibir y canalizar el agua de lluvia, la nieve, o el granizo. Hay otros modos de formar las cubiertas, pero cuando se hacen con tejas, reciben el nombre de tejados.

La forma de las piezas y los materiales de elaboración son muy variables: las formas pueden ser regulares o irregulares, planas o curvas, lisas o con acanaladuras y salientes; respecto a los materiales pueden ser cerámicas (elaborada con barro cocido), hidráulicas (elaboradas con mortero de cemento), plásticas y bituminosas (fabricadas con polímeros plásticos derivados del petróleo u otra materia prima), de madera, de piedra (como la pizarra).

En cuanto a la cerámica, es fama que son mejores las viejas y esto se debe a que las nuevas tienen mucha más permeabilidad y en la parte inferior pueden formarse condensaciones del agua transpirada, formando una gotera, mientras que las viejas tienen los poros colmatados por polvo y musgos.

El empleo de tejas para cubiertas se atribuye a los griegos, que utilizaban placas de cerámica delgadas y ligeramente curvadas. El arrabal del Kerámikon en Atenas se llamaba así por fabricarse en él tejas cerámicas. Plinio el Viejo dice que los belgas se servían de una piedra blanca y blanda para fabricar las tejas. El palacio de los reyes de Francia tomó el nombre de Tullerías al haber allí antiguamente tejares.

La teja de alfarería o cerámica es un material de construcción muy empleado en muchas regiones como protección de la parte superior de las construcciones frente a la lluvia. Por estar sometidas a los elementos, recibiéndolos de plano, quizá fuera la primera pieza de construcción que se empleó cocida, mientras que las paredes podían hacerse de barro sin cocer, de adobe o de tapial. La característica principal de las tejas elaboradas con arcilla cocida es su durabilidad, bajo costo y escaso mantenimiento.

Una variante de la teja de alfarería de basto es la teja vidriada, que se emplea con carácter ornamental en varias culturas, como es el caso del mudéjar aragonés.

La teja cerámica vieja es más apreciada que la nueva porque, con el tiempo, los poros naturales de la cerámica se colmatan, y se vuelven más impermeables. Por otro lado, la teja vieja se supone que ha sufrido muchos ciclos de helada (muchos inviernos) y la que no se ha roto ofrece garantía de que no se va a romper..

Actualmente se hacen tejas de mortero de cemento, fraguado en moldes. Existen de todas las formas anteriores, aunque precisamente es rara la de tipo árabe y, en general suelen fabricarse de tipo mixto, con canal y cobija en una sola pieza. Sobre las cerámicas tienen la ventaja de ser más resistentes, y más económicas. También tienen la posibilidad de que se fabrican de cualquier color y al no tener encastre superior son más fáciles de colocar. 

Aísla el calor, variedad de colores, fácil de instalar, termoacústica, no se herrumbra, no se corroe. Dos tipos primordiales tapa de cumbrera y tapa canoas 

Colocación de las tejas

La teja se recibe en el tejado sobre un elemento sustentante.

  • A teja vana: sobre la armadura del tejado, cerchas y correas, se colocan unas tablas ligeramente desbastadas (llatas), y sobre ellas las tejas (canales y cobijas). La gran ventaja del sistema es que bajo el tejado, zona muy ventilada, podrían evaporarse las posibles gotas que traspasasen la teja. Tiene el inconveniente de que la teja no queda demasiado sujeta a la base, de modo que los días de grandes vientos pueden descolocarse, formando goteras. Requiere un mantenimiento anual (no se aconseja fijar todas las piezas con mortero, porque la gran ventaja del tejado de teja es que las piezas dilatan libremente). Este sistema se utilizaba sobre todo en casas modestas, y estaba formado por vigas de troncos y las tablas ligeramente separadas como soporte para poner las tejas. Gracias a este método el humo de los hogares y de los braseros salía sin problemas por los huecos entre las tablas, evitando así la asfixia por monóxido de carbono, algo frecuente en los últimos tiempos cuando se han seguido llevando braseros de picón a casas con tejados sellados.
  • A la provenzal, muy semejante a la teja vana: sobre las correas de sustentación se colocan unas piezas de madera de sección triangular, separadas de modo que puedan apoyarse las canales. Quedan más seguras que en el sistema anterior, pero también requieren operaciones de mantenimiento.
  • Sobre tablero de obra: es el sistema que se emplea actualmente; se hace un tablero de rasillón, apoyado en tabiques palomeros, y sobre él, las tejas. Permite clavar las piezas canales al tablero para asegurar su inmovilidad. En caso contrario se aconseja fijar con mortero de cemento una hilera de cobijas cada seis o siete hileras (Por la razón expresada, no se aconseja fijar todas las piezas con mortero).
  • A la segoviana. Solamente tiene piezas canales, recibidas sobre un lecho de barro que permite la dilatación e impermeabiliza las juntas, sin necesidad de piezas cobija. A menudo se emplean unas tejas un poco distintas que las normales árabes: tienen la misma anchura en los dos extremos y debido a ello, para conseguir un mejor encaje de las piezas, no son curvas sino en forma de V.
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